
Emprende conmigo la travesía
hasta el límite de la noche
llevado por oleajes extremos.
Para que me enseñes
lo que sólo tú sabes,
dejaré mi lugar,
mi casa, mis cosas,
iré a tu paso sin descanso.
Eres hermano de los cedros,
hueles a limones de cosecha nueva.
El sol está en tu pecho.
¡Compártelo conmigo!
Un día,
incendié el horizonte
con un grito,
un pensamiento,
un ruego.
¿Es que no has visto
el abril de las cayenas,
el seto florecido
la...
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