
¡Oh, mar!
No digas marejada o chapoteo
Porque la blancura
Sobre la boca de una perla
Dirá lo que tú no dices.
¡Oh, mar!
Sobre el sepulcro del sol que muere!
No llores cuando la tarde llegue
Porque las nubes ya lloraron
Cuando el sol aún era puro espectro.
¡Oh, mar!
No presumas del cielo
Que en tus manos está
Porque las montañas ya tienen
En sus manos los troncos
Y no las sombras.
...
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