Extraño la Cruz del Sur
cuando la sed me hace alzar la cabeza
para beber tu vino negro medianoche.
Y extraño las esquinas con almacenes
dormilones
donde el perfume de la yerba tiembla
en la piel del aire.
Comprender que eso está siempre allá
como un bolsillo donde a cada rato
la mano busca una moneda el cortapluma
el peine
la mano infatigable de una oscura memoria
que recuenta sus muertos.
La Cruz del Sur el mate amargo.
Y las voces de amigos
usándose con otros.
.
JULIO CORTAZAR
.