El mundo es un país de muertos
Que caminan hacia su funeral
Las caras de las gentes son sudarios
Con ojos herrumbrados y sueños de rodillas
Estrías de sol, rocío evaporado
Son los niños que el Imperio deshoja hacia la muerte
Cada cinco segundos, cada cinco segundos
En todos los follajes de todos los confines.
El capitalismo es un pulpo famélico de llantos erizados
Es un cráter del cielo que asesina gorriones.
Me estremece un ultraje de lirios desflorados
Que amotinan mi alma y desafían al Supremo
Pero los dioses antropófagos no escuchan
Y mi sed interroga los milagros
Y el arcano responde con más crímenes
Y los ángeles de la guarda se rinden al sistema
Pero vendrán los puros del planeta
A demoler los olimpos de crueldad
A inventar ciudades sin cadalsos
A desnudar de libros las bibliotecas
Para leer a Bachelard, a Zola, a John Donne
En San Telmo, en el Pont Neuf o en Beirut
Vendrán a desatar los museos de sus rejas
Para que La libertad guiando al pueblo funde la equidad
Y el grito del Guernica extirpe el horror
Vendrán a multiplicar panes y amor
Para dar de comer al hambriento
Para dar de beber al sediento de luz
Para inventar fronteras sin techos,
Y que negros blancos amarillos pardos
Retocen como arcillas saciadas en los páramos
Y bailen al ritmo de una caja musical
Así, sólo así, el mundo será un país de inocentes
Y se abrirá por fin, cubriendo el Infinito,
Un bouquet de arpegios que tatuará el porvenir.
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CRISTINA CASTELLO
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Oeuvre Michel Devillers
http://devillers.viabloga.com/