Con flores de la cordillera
circundaré la hoguera de la primera noche
en que te tenga ;
con agua de relente se lavarán la carne
del venado y lo demás.
Así será mi sitio
y será el tuyo.
Mi guitarra
cantará solamente para ti ;
zarcillo de coral
será mi ofrenda y de ramales los anillos ;
brillarán por el cielo
el iris verde del tucán, su pico de oro,
y el vuelo de las torcazas.
Con flores
de la cordillera se hará todo : el color del encaje
de adorno de la mesa, el perfume que riegue
la paz de la pradera y el vaso para el viajero.
La espuela puesta para el ancho galope
fulgurará en la sombra
Cenaremos a la intemperie
y alrededor del fuego.
Entonaré en tu oído
un aire de otros valles y otra tierra lejana.
Así será mi sitio y será el tuyo.
La ceremonia se hará así, con flores
traídas de la cordillera.
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ELVIO ROMERO
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