16 août 2007
PIERRE CLAVILIER
Tendras que quitarte, una a una, las escamas de la costra, zambullirte en el estuario donde el río se transforma en oceano, evitar los roqueríos, desaparecer en la locura diáfana de un torbellino hasta los fondos donde nadie vuelve jamás. Desnuda, sentirás a las algas envolverte la cintura, tomarte el vientre en venta, los senos, los párpados, las manos. Un pez te guiará por el gran camino trasperente orientándote puntual a la luz perpetua. Entonces tú serás esencia y conocerás enseguida, por fin, uno de los sentidos de la vida, entregando sin escrúpulos su verdad. Todo, sólo después de haber atravesado el cambio sin regreso.
PIERRE CLAVILIER
MARC CHAGALL
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